Para aplacar en el instinto
humano
El deseo del mal que
lo domina;
Necesario es luchar aquí
en el llano
Y ascender poco a
poco a la colina
La redención, tal
vez, esté en la mano
Del luchador que
menos se adivina;
Y ese loco luchar, no
ha de ser vano…
Ha de ser una senda
que encamina.
Y no me importará que
cualquier hombre
Eche un borrón,
después, sobre mi nombre,
Por querer sus
instintos aplacar;
Tengo un pecho que
vence las heridas;
Y están mis formas de
valor henchidas
Con tantas fuerzas
como tiene el mar.
José Juan Bianchi
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.