por Cristina Díaz Gómez
El símbolo ha adquirido una importancia extraordinaria en el moderno psicoanálisis. Las problemáticas actuales, propias de la sociedad de consumo, generan acumulación de mensajes en el cerebro y llevan al individuo a un estado de confusión. Psicólogos y psiquiataras buscan apoyo en la interpretación de los sueños. El análisis es propio de la inteligencia, pero hay otros aspectos de la verdad que no tienen limites, están en el inconciente, pertenecen a la síntesis y son patrimonio de la intuición.
Toda ciencia analítica, tiene su contrapartida en la síntesis o la espiritualidad. Cuando en el juicio Pilatos le pregunta a Jesus ¡la verdad, la verdad!. Jesus no contesta, se limita a dar unos pasos en el cuarto. Siglos después Goethe al referirse a la verdad dice "La verdad es un símbolo".
Esto nos recuerda cuando el Buddha, trazó en la arena del Ganges con su dedo algo redondo.
Los discípulos lo contemplaban extasiados "ha trazado un redondel", dijo uno. No, "ha querido diseñar la letra "O", la inicial del nombre inefable OM". ¿Qué? dijo un tercero "es el símbolo aritmético de la nada; el cero límite", No, "yo creo que el maestro marcó el límite de la hiperbole, parábolas y elipsis" . "A mi me parece que quiere que meditemos en las eternas armonías del cosmos, en el que planetas, satélites, soles y nebulosas describen círculos".... Así pasaron el tiempo. Cuando todos hubieron dado su opinión el Maestro sonrió y dijo: En verdad os digo que todo lo que habeis visto en el símbolo, e infinitas cosas mas, es cierto. El símbolo en sí no lo agotaréis jamás, como no podreis agotar el agua del océano.
Cuando mi maestra, Ada Dolores Albrech, nos enseñaba "Dhamapada" mientras caminabamos por los Esteros de Zonda en San Juan, hablaba de los símbolos en la danza nupcial de las abejas, en los corpusculos de la nieve y con gran cariño nos rescataba como portadores simbólicos de un ser interior que lucha por expresarse en este universo pequeñito que es nuestro caminar por el mundo.
El símbolo es transferencia, se entrega como mensaje entrañable por eso en Egipto se lo representa con dos manos unidas.
Símbolo son todas las escrituras sagradas: Los Vedas los Evangelios, El libro de los Muertos el Zend-Avesta. La esfinge es un símbolo, las pirámides Egipcias y Americanas son símbolos. Los templos antiguos porque fueron construídos con arreglo a ciertas medidas que se consideran divinas. En música, la Flauta Mágica, la obra de Wagner.
La mujer que aplasta la cabeza de la serpiente, el Arcángel que mata al dragón.
El símbolo nace por una necesidad y viene desde épocas pretéricas, tiene un lenguaje universal que traspasa cualquier idioma. El símbolo entra en la esfera del pensamiento y se refugia en él hasta que pueda ser interpretado.
LA PALABRA PODER
Otro símbolo es la palabra, el: ¡hagase la luz! . Es el poder hecho palabra. Según los antiguos hay una Palabra Perdida. Es la palabra Secreta.
Doña P. Blavatsky en "Isis Sin velo" dice que el hombre de la Cuarta Raza Raiz, el Atlante, perdió el conocimiento de las palabras sagradas o del poder, por el mal uso que hizo de ellas. Desde ese lejano tiempo estamos buscando...La Palabra Sagrada, ¿porque nos es negada? ¿quien se opone a que la recuperemos? Nuestra propia ignorancia, nuestro propio egoismo. Nos sambullimos en aguas letales día a día. El uso de las palabras para agredir, para desgarrar el alma, para disfrazar el dolor. El mazcar las palabras y romperlas, el destruir los pensamientos sublimes que deben quedarse por obligación encriptados en el cerebro hasta que se vacían de contenido. La sociedad mortuoria lleva en un féretro las palabras muertas, las que ya no pueden crear. Somos complices de una violencia que se desparrama en la sociedad ejercida por los niños y jóvenes de este siglo, porque no supimos darle las palabras sagradas. La Palabra sagrada es una palabra de Paz y de Amor. Si tuvieramos paz en nuestros corazones, si trataramos a las personas con mensajes amables de luz, nadie podría perturbar nuestra entrega de Amor.
La Palabra Perdida, la Palabra Sagrada no puede ser buscada en ningún libro. Inútil es creer que está en algún manuscrito, en revelaciones humanas, en ceremoniales. La Palabra está anidada y grabada en el corazón de nuestros chicos pero... como descubrirla si le estamos legando una sociedad sin paz. Como vamos a cambiar la oscuridad de este mundo por la luz si somos hacedores de las sombras con nuestros actos. Los docentes que maltratan a sus alumnos están rompiendo un corazón, no solo no cuentan con empatía, son perversos, estan construyendo un futuro de desesperanza. Las palabras sagradas, las palabras poder no las puede dar la hechicería Atlante refugiada en nuestro siglo materialista.
La Palabra Secreta, La Palabra perdida, la Palabra Sagrada se entrega simbólicamente a quien la merece durante el sueño y quien la recibe no la revela jamás, no se puede recordar en la vigilia, porque lo físico no soportaría las vibraciones que ella motiva. Esto es así: el maestro aparece cuando el discípulo está listo, la palabra se expresa cuando el Amor envuelve el corazón, se dispara a través del cerebro y queda como saeta en un cosmo de luz.
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